-
Investiga a fondo la empresa: historia, valores, productos, cultura…
-
Repasa tus aptitudes, experiencia y formación.
-
Lleva tu currículum y conócelo como la palma de tu mano.
-
Identifica tus puntos débiles y prepara respuestas inteligentes para defenderlos.
-
Enumera tus puntos fuertes y piensa en ejemplos concretos que los respalden.
-
Si te citan por escrito, confirma tu asistencia.
-
Cuida tu apariencia: ropa discreta, limpia, adecuada y sin excesos.
-
Ve solo/a y llega con unos minutos de antelación.
-
Recuerda: el entrevistador también se prepara; tú debes hacerlo igual.
-
Saluda cordialmente: “Buenas tardes, Sr./Sra. ___”.
-
Mantén una postura adecuada: erguido/a, sin rigidez ni excesiva confianza.
-
No ofrezcas la mano primero; espera a que el entrevistador lo haga.
-
Sonríe, mantén contacto visual y ofrece un apretón firme.
-
No te sientes hasta que te lo indiquen.
-
Evita tutear si no te lo piden.
-
Mantente atento/a, amable y natural.
-
Controla los nervios: evita morderte las uñas, mover el bolígrafo, agitarte…
-
No fumes, ni interrumpas al entrevistador.
-
Permite que el entrevistador tome la iniciativa.
-
Responde con claridad, brevedad y sinceridad. Frases directas y concretas — más impacto, menos ruido.
-
Sé siempre sincero/a. La verdad genera confianza y evita malentendidos futuros.
-
Cuida tu lenguaje: evita muletillas, palabras rebuscadas o expresiones tajantes.
-
Evita ser agresivo/a o excesivamente sensible.
-
Evita evasivas, dudas y monosílabos. Responde con frases completas que muestren seguridad y criterio.
-
Si no tienes experiencia, enfoca en tu preparación y disposición para aprender.
-
Acepta bebidas no alcohólicas si te las ofrecen.
-
No olvides silenciar el móvil, y no lo utilices durante la entrevista
-
Si te hacen preguntas de tipo cómo: si va de viaje con su novio/a ¿qué piden una o dos habitaciones?; responde que en tu opinión ese asunto es irrelevante para deducir tu idoneidad para el puesto al que optas. Dilo con seriedad pero no con agresividad. Estas preguntas valoran tu control emocional
Piensa en positivo y transmítelo.
-
Enmarca tus respuestas mostrando lo que aprendiste o cómo contribuyes, no lo que te faltó.
-
Cuando hables de ti, destaca los resultados. Prioriza tu formación, experiencia y —sobre todo— los logros que demuestran lo que aportas.
-
Muestra interés y entusiasmo, no necesidad desesperada.
-
No hables mal de empleadores anteriores. Mantén la profesionalidad: describe situaciones, no etiquetas ni críticas.
-
Evita no responder las preguntas
-
Si no tienes experiencia, gira la respuesta a tu favor.
En lugar de: “Acabo de terminar mis estudios y no tengo experiencia”
Di: “Acabo de terminar mis estudios y estoy disponible para incorporarme; quiero aplicar y ampliar los conocimientos que he adquirido en proyectos reales.”
Haz preguntas
-
Sobre las posibilidades de promoción, la empresa o el puesto de trabajo
Agradece la oportunidad
Reflexiona: anota qué hiciste bien y en qué puedes mejorar. Esta autoevaluación te ayudará en futuras entrevistas.
A continuación, una selección de preguntas habituales clasificadas por tema para ayudarte a prepararte: